El procesamiento de los alimentos realza su color, aumenta su vida útil y los hace más sabrosos, lo que los hace parecer una buena opción. Pero no lo son! Esta alteración de los alimentos aumenta también su contenido en sal, azúcar y grasas y otros añadidos.

El grado de comodidad combinado con la falta de tiempo en nuestras ajetreadas vidas, puede llevarnos a buscar opciones rápidas para poner en nuestra mesa de comedor. Ahora sabemos que nuestra salud intestinal depende de los alimentos que comemos.

Ingerir alimentos de baja densidad nutricional, desequilibra el funcionamiento de nuestro sistema digestivo, trayendo implicaciones para la salud, tales como:

  • Hinchazón o malestar abdominal;
  • Mayor riesgo de desarrollar el síndrome del intestino irritable;
  • Reflujo ácido
  • Aumento de la grasa abdominal
  • Mayor riesgo de diabetes, hipertensión y enfermedad coronaria
  • Influencia negativa en la calidad de su sueño;
  • Desregulación de la función inmunológica.
  • Mayor riesgo de demencia

Te retamos a leer las etiquetas de los alimentos que compras. Evite el alto nivel de grasas, sal, azúcares y aditivos alimentarios artificiales.

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